Aisha nos fue cedida por su familia porque no podían seguir haciéndose cargo de ella.

La pequeña había sido atacada por un perro, tenía la mandíbula rota. A pesar de que su familia le había operado una de las fracturas, la gata necesitaba más asistencia veterinaria e intervenciones que su familia ya no podía permitirse y fue así como llegó a nuestras manos.

Tras ser hospitalizada y sondada para ser alimentada de forma artificial hasta que se le solucionará el problema de la mandíbula, la veterinaria empezó a sospechar de que pudiera haber algo más, como IBD o linfoma de digestivo, por lo que se le realizó una biopsia a Aisha. A pesar de que los resultados no son concluyentes, la gata sigue muy apagada.

Por ahora sigue ingresada, mientras la veterinaria sigue estudiando su caso para intentar salvarle la vida.

Se da en adopción una vez estuviera completamente recuperada.