Preparaos para amago de infarto en tres....dos...uno....¡¡¡¡booooooommmmm!!!

Vamos a tranquilizarnos porque nos va a dar una arritmia con este peluche. ¡Y es que tanta guapura "no se pué aguantá ya más"!

Esta maravilla de la naturaleza se llama KIKI. No necesita que destaquemos nada de ese cuerpín y esa carita que se gasta porque más vale una imagen que mil palabras y ya lo estáis viendo. Pero, tristemente, ya ni el más guapo se salva. Apareció escuálido y con el pelaje en muy mal estado en un lugar donde no era bien recibido. Vagaba resignado con la mirada perdida y las amenazas contra su integridad no cesaban, por lo que no pudimos mirar para otro lado.

Físicamente está totalmente recuperado, es un gato sano que rebosa vitalidad, pero su estancia en la calle y lo que ha tenido que vivir le han marcado la psique. Él se deja querer, su mirada clama amor sin ninguna duda, pero no entrega su confianza a cualquiera. Necesita una familia sensible, cariñosa y que sepa respetar su espacio hasta que se cree ese vínculo tan precioso que sólo se va a dar con quien apueste al 100% por él.

Su nombre viene de dos ideogramas que en japonés significan juntos KI- (adversidad) y KI- (oportunidad). La adversidad ya pasó, lo luchó mucho para sobrevivir en la calle, y ahora nosotras lo vamos a luchar para que llegue su oportunidad. ¿ Se la quieres dar tú?